lunes, 15 de septiembre de 2014

Tarta de fondant


La semana pasada os expliqué cómo hacer un riquísimo bizcocho de chocolate  apto para la realización de una tarta de fondant. ¿Apto para una tarta de fondant? Pues sí. Porque no todos los bizcochos sirven. El fondant pesa mucho, y si lo ponemos sobre un tiramisú o la tarta de galletas que tanto le gusta a los más peques (ejem ejem....y a muchos mayores), la tarta acabará desplomándose. Normalmente, para una tarta que lleve fondant, el bizcocho tiene que ser firme y que no se desmigue fácilmente. Un bizcocho esponjoso como el de yogurt o el genovés podría serviros para una decoración muy sencilla. Pero si le queréis poner muñecos o mucha decoración...corréis el riesgo de que se venga abajo.
Pero no os preocupéis. Que el bizcocho sea firme no quiere decir que no haya quién se lo coma. La tarta lleva un buen baño de almíbar y un riquísimo ganaché de chocolate que hará que esté muy muy jugosa.
Seguro que os queda una tarta preciosa y a la que nadie podrá resistirse.


INGREDIENTES:
(para bizcocho de 26 cm.)

- Azúcar glas

Para el almíbar:

- Un vaso de agua
- Un vaso de azúcar 
(yo he sustituido un poco de azúcar por un poco de mermelada)

Para el ganaché de chocolate:

- 500 gr. de nata para montar
- 500 gr. de chocolate para postres
- Esencia de vainilla

ELABORACIÓN:

1.- El día anterior al relleno y decoración de nuestra tarta, debemos hacer el bizcocho  y el ganaché de chocolate.

Preparación del ganaché de chocolate:

2.- Troceamos el chocolate en un bol.

3.- Calentamos la nata hasta que hierva, y se la añadimos al chocolate. Removemos hasta que el chocolate se derrita y quede una mezcla homogénea. Lo aromatizamos con un chorrito de esencia de vainilla. También podéis añadir un poco de licor (está buenísimo).




4.- Tapamos con papel film y dejamos templar. Posteriormente, lo guardamos en el frigorífico hasta el día siguiente. Cuando vayamos a utilizarlo solo tenemos que sacarlo como 1 hora antes del frigorífico. La textura que queda es de crema de chocolate tipo nutella. También se puede montar para que quede más esponjoso, pero mi batidora se quemaría si lo intento.

Preparación del almíbar:

5.- El almíbar es mejor realizarlo el mismo día que vamos a rellenar la tarta, porque empapa más cuando está templado. También se puede dejar preparado el día anterior, conservarlo en el frigorífico, y calentarlo un poco antes de utilizarlo.
El almíbar se realiza con la misma cantidad de agua que de azúcar. Pero se puede aromatizar con lo que más nos guste. Yo suelo quitar parte del azúcar y añado mermelada (como he hecho en la receta de hoy). Pero también se puede aromatizar con licor, ralladura de naranja o de limón, esencia de vainilla, frutas, especias... 

Hacer almíbar es muy sencillo. Solo hay que poner a calentar el agua, el azúcar y la mermelada hasta que hierva y reduzca un poco.




Preparación de la tarta:

6.- Ponemos el bizcocho boca abajo porque quedará arriba la parte más bonita del bizcocho. 



7.- Cortamos el bizcocho en 3 partes. Si habéis utilizado un molde más pequeño y vuestro bizcocho ha quedado muy alto, lo podéis cortar en 4.

8.- Antes de separar cada piso, ponemos un palillo en cada piso, uno encima del otro. Ésto nos servirá para poner los pisos en el sitio correcto. Así, aunque los pisos no nos hayan quedado perfectos, la tarta siempre estará recta.



9.- Una vez separados los pisos, ponemos el primero en la base sobre la que vayamos a montar la tarta. Si tenemos que trasladar la tarta y no queremos que se nos mueva de la base, echad en ésta un poco de ganaché (hará de pegamento con el bizcocho). 

10.- Empapamos con el almíbar con ayuda de un biberón de cocina o un pincel.

11.- Rellenamos con el ganaché de chocolate.

12.- Empapamos con el almíbar el siguiente piso de bizcocho, pero por la cara que va hacia abajo. Después la colocamos sobre la anterior utilizando los palillos como guías.
Volvemos a echar almíbar por la parte de arriba del segundo piso. Y así hasta terminar. 
A la parte de arriba del último piso también se le echa almíbar.



13.- Ahora hay que sellar la tarta para que quede toda lisa, preparada para la decoración con fondant y no se desmigue. Para ello yo he utilizado el mismo ganaché.
Vamos cubriendo los laterales y después la parte superior. Para ésto viene bien una espátula de repostería o algún utensilio de cocina que sea largo y plano. 
Si no os ha quedado la tarta recta del todo, metedla en el frigorífico una hora o hasta que se endurezca el ganaché y volver a echar otra capa de sellado. Después reservar la tarta en el frigorífico.

14.- Echamos azúcar glas sobre la superficie en la que vamos a extender el fondant para que no se nos pegue. Nos tiene que quedar de unos 3-5 mm. de grosor, y el diámetro tiene que ser el de nuestro molde más la altura de la tarta por dos. No sé si me he explicado. Parece una ecuación matemática jiji:
Altura + diámetro del molde + altura = diámetro de nuestro fondant extendido

15.- Lo ponemos sobre la tarta y vamos cubriendo bien por todos lados, teniendo cuidado de que no nos queden arrugas. Si éste fuera el caso, solo tenemos que despegar un poco y volver a cubrir.

16.- Recortar el sobrante con un cortador de pizzas.



17.- Después solo queda decorar como queramos. Yo os pongo las dos tartas que he hecho con la temática que quería mi niña. 
Sólo tenéis que tener paciencia y os quedará una tarta preciosa. Espero que la disfrutéis.






No hay comentarios:

Publicar un comentario

Muchas gracias por tu comentario