jueves, 16 de abril de 2015

Magdalenas integrales


Me encantan los dulces. Eso ya lo sabíais, no? Y además, me gustan los dulces que están ricos. Muy muy ricos. Pero…¿y si además son sanos? Eso es lo que queremos todos, ¿verdad?
Está claro que cualquier postre que hagamos en casa va a ser muchísimo más sano que cualquier bollería o tarta industrial que solo lleva saborizantes, aromatizantes, conservantes y todos los “antes” artificiales que las fábricas tienen en sus despensas. Pero nuestros postres caseros también podemos hacerlos un poco más saludables sólo cambiando unos ingredientes por otros. Por ejemplo, podemos sustituir la harina blanca por harina integral, o el azúcar blanco  por azúcar de panela o integral de caña. Y os diré que el resultado es espectacular. Cambia el sabor, sí. ¡Pero cambia incluso a mejor!
Y hoy os traigo un ejemplo de ello, unas deliciosas, jugosas, sabrosísimas y sanas magdalenas integrales. Seguro que las disfrutáis tanto como lo estamos haciendo nosotras en nuestros desayunos.




INGREDIENTES:

- 125 gr. de harina integral de trigo
- 125 gr. de harina integral de espelta
- 200 gr. de azúcar integral de caña o de panela
- 80 gr. de aceite de girasol o de oliva sabor suave
- 125 ml. de leche entera
- 15 gr. de levadura
- 3 huevos M
- ½ cucharadita de canela
- 1 cucharada de miel
- Una pizca de sal


ELABORACIÓN:

1 – En un bol grande batimos los huevos y el azúcar hasta que aumenten su volumen y empiecen a blanquear. Como es azúcar integral, el color no quedará tan clarito como con el azúcar blanco, pero notaréis cómo va cambiando.


2 – Añadimos el aceite y la leche y seguimos batiendo.

3 – A continuación añadimos, previamente tamizado, las harinas, la levadura, la canela y la sal, y mezclamos hasta que esté todo bien integrado (mejor de poco a poco y con movimientos envolventes). Al tamizar las harinas integrales se quedará gran parte del salvado en el tamizador. Añadírselo también a la mezcla porque no queremos quedarnos sin esa gran parte de  nutrientes y fibra.


4 – Para terminar la masa, añadimos la miel y mezclamos.

5 – Tapamos con papel film y lo guardamos en el frigorífico al menos 1 hora.

6 – Precalentamos el horno a 180ºC.

7 – Ponemos cápsulas de papel en las flaneras, las llenamos con nuestra masa hasta ¾ de su capacidad, y espolvoreamos con un poco de azúcar integral de caña por encima.


8 – Horneamos a 180ºC durante 20-25 minutos o hasta que al pinchar en el centro con una aguja ésta salga limpia. Estas magdalenas quedarán de un color tostado por las harinas integrales y por el azúcar integral de caña.


9 – Sacamos nuestras magdalenas de las flaneras y las dejamos enfriar en una rejilla. Y de esta manera tan sencilla tendremos unas deliciosas, sanas y nutritivas magdalenas integrales.



UN POQUITO DE INFORMACIÓN:

·        La harina integral se produce al moler el grano de trigo entero, sin separar ninguna parte de él. A diferencia de la harina blanca o refinada, la harina integral conserva la cubierta exterior del grano de trigo (o salvado) y el germen de trigo, componentes que contienen una gran cantidad de fibra, ácidos grasos esenciales, minerales, vitaminas del complejo B y hierro.

Esta diferencia en su elaboración, hace que la harina blanca y la integral, así como los productos derivados de ellas, sean distintas a nivel nutricional. Al conservar el salvado y el germen de trigo, la harina integral destaca por lo siguiente:

1) Posee una cantidad de fibra 3 veces superior a la harina blanca.

2) Alto contenido en vitaminas y minerales: Vitaminas del complejo B, esenciales para el metabolismo de hidratos de carbono y grasas; Vitamina E, un activo antioxidante; Hierro, Potasio, Magnesio y Zinc.

3) Contiene una mayor cantidad de ácidos grasos esenciales.

Todas estas características le confieren a la harina integral y a los productos elaborados a partir de ella, un valor nutricional superior al de la harina blanca.

Debido al alto contenido en fibra, estas harinas y los productos derivados de ellas, se digieren más lentamente que las harinas refinadas, haciendo que la glucosa llegue más despacio a la sangre. Esto hace que el contenido de azúcar en sangre sea estable con un aporte constante de energía.

(Información sacada de gan)

·        La espelta es un tipo de trigo, del que se cree que han ido surgiendo el resto de variantes que hay hoy en día, y que destaca por su alto contenido en proteínas de elevado valor biológico.

Beneficios de la espelta:

  • La espelta es una variedad de trigo que no ha sido manipulada ni cruzada con otras variedades, lo que la hace más pura.
  • Contiene más minerales y vitaminas que el trigo común y es especialemente rica en vitaminas del grupo B y vitamina E.
  • Además, contiene todos los 8 aminoácidos esenciales y, gracias a que tiene vitamina B2, estos aminoácidos son metabolizados mejor por nuestro organismo.
  • También tiene algo contenido en triptófano, un elemento que contribuye a nuestro bienestar mental y emocional. El triptófano es un aminoácido asociado al buen humor, muy interesante en casos de depresión y decaimiento.
  • La espelta se digiere mejor que el trigo común, pues tiene menos cantidad de gluten y más fibra, lo cual la hace interesante para personas con alguna alergia al trigo, que en ocasiones, pueden consumirla sin problemas. Los celíacos, sin embargo, en principio no pueden consumirla.
  • Su alto contenido en fibra hace de la espelta un alimento excelente para problemas de estreñimiento.
  • Y por último, la espelta es rica en ácidos grasos esenciales, muy importantes para el buen funcionamiento cerebral.
(Información sacada de Shamagazine)

Y para no saturaros con tanta información, ya en otra publicación os cuento los beneficios que tiene el azúcar de panela o integral de caña sobre el azúcar blanco. Os aseguro que es muy muy interesante.


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