viernes, 24 de abril de 2015

Tarta Arco iris


El sábado pasado celebramos el cumpleaños de mi buena amiga Marisol y yo me encargaba de llevar las tartas. Hice una tarta de galletas para los niños (y los no tan niños jiji) y una tarta muy especial para mi amiga. Tenía claro cual quería hacerle: la Tarta Colibrí. Es una tarta deliciosa, suave, esponjosa y además muy fresquita. Es una maravilla de tarta. Otro motivo para hacerle esa tarta es porque cuando la publiqué en su día estuvo riéndose de mi por el nombre que tiene, así que esa era mi venganza, hacérsela para su cumple. Pero tenía que darle un toque especial, un toque que identificase esa tarta con ella. Así que con las mismas cantidades hice 6 bizcochos en un molde más pequeño y coloreé cada uno de un color. Pero no de un color cualquiera, sino de los colores del arco iris. Me encantó ver su cara, y la de todos los invitados, cuando vieron que de una preciosa tarta blanca salía un colorido arco iris, y que además ¡¡¡estaba impresionantemente rica!!! Para mi fue un momento muy muy especial. Y seguro que también lo fue para mi amiga. Se merece lo más mejor.


INGREDIENTES:
(para un molde de 18 cm.)

Los mismos que en la receta de la Tarta Colibrí pero con un par de cambios:

Para el bizcocho:

- 250 ml. de aceite de oliva suave
- 350 gr. de harina de repostería
- 1 cucharadita de bicarbonato sódico o de polvo de hornear
- ½ cucharadita de sal
- 1 cucharadita de canela molida
- 350 gr. de azúcar moreno
- 3 plátanos medianos
- 2 latas pequeñas de piña en su jugo
(unos 300 gr. de piña escurrida)
- 2 huevos grandes
- 1 cucharadita de extracto de vainilla
- 50 gr. de nueces pecanas
(en su defecto, nueces californianas)
-         Colorantes alimenticios en pasta de color violeta, azul, verde, amarillo, naranja y rojo.

Para el frosting de queso y lima:

- 300 gr. de azúcar glas
- 150 gr. de mantequilla sin sal( a temperatura ambiente)
- 300 gr. de queso tipo Filadelfia
- 1 ó 2 limas

Para la decoración de caramelo: (opcional)

- 50 gr. de azúcar
- 25 gr. de nueces pecanas
(en su defecto, nueces californianas)


ELABORACIÓN:

Para el bizcocho:

1 – Realizamos la misma masa que en la receta de la Tarta Colibrí, pero en vez de dividir la masa en dos partes, la dividimos en 6 (por supuesto, tenemos que utilizar un molde más pequeño). Para ello pesamos la masa y dividimos entre 6. De esta manera ya sabemos la cantidad de masa que tenemos que echar para cada bizcocho.

2 – Precalentamos el horno a 180ºC con calor arriba y abajo.

3 – En un cuenco pesamos la cantidad de masa para el bizcocho y le añadimos un poquitín de colorante. Mejor añadir poco a poco los colorantes porque tiñen mucho y tampoco queremos pasarnos.
De esta forma tenemos que ir haciendo todos los bizcochos.

Ya veis que falta el color naranja. Me despisté y no saqué la foto. Upsss...

4 – Engrasamos un molde y vertemos en él nuestra masa, y horneamos 20 minutos a 180ºC. Si tenemos varios moldes del mismo tamaño podemos ir haciendo de dos en dos y eso nos facilitaría el trabajo y nos ahorrará mucho tiempo.

5 - Cuando los bizcochos se hayan enfriado un poco, los envolvemos en papel film para conservarlos hasta montar la tarta. Yo hago los bizcochos y el frosting un día y el montaje al siguiente.

Para el frosting:

6 – Batimos el azúcar glas y la mantequilla a temperatura ambiente. Nos quedará una crema de color blanquecino.

7 – Agregamos el queso y volvemos a batir. Para esta tarta utilicé más cantidad de queso que en la receta de la Tarta Colibrí porque iba a necesitar más cantidad de frosting, y aunque no cambié las cantidades de azúcar ni de mantequilla, quedó igualmente delicioso.

8 – A continuación, rallamos la  piel de las dos limas.  La ralladura de una de las limas la reservamos para la decoración, y la otra ralladura se la añadimos a la crema anterior. A continuación le añadimos también el zumo de una lima y mezclamos bien. Si después de probar os ha quedado con poco sabor a lima o a vosotros os gusta más potente, añadidle el zumo de media lima más. No os hacéis una idea de lo delicioso y fresquito que está.
Tapamos con papel film y lo guardamos en la nevera hasta que vayamos a utilizarlo.

Para el caramelo de la decoración:

Yo ya tenía echo de la vez anterior porque lo conservé en un taper bien cerrado y es el que utilicé. Pero os vuelvo a poner cómo se hace:

9 – Ponemos el azúcar, junto con un poquito de agua, en una sartén antiadherente a fuego medio. No hay que remover, solo vamos girando suavemente la sartén de vez en cuando para que se disuelva.

10 – Cuando el caramelo esté ligeramente dorado, añadimos las nueces y una pizca de sal. Damos unas vueltas con una cuchara para que se cubran, y cuando estén bien doradas, las ponemos sobre papel de horno hasta que se solidifique.

11 – Una vez frío, lo picamos hasta convertirlo en polvo de caramelo y nueces.

Para montar la tarta:

12 - Para que la tarta salga recta y no parezca la Torre de Pisa, tenemos que igualar los bizcochos. Yo tengo una lira para hacer ésto. Cuando no la tenía lo hacía a ojo con un cuchillo grande de pan. El caso es que el bizcocho no puede medir más por un lado que por otro, ni tampoco puede un bizcocho tener distinto grosor que otro, porque entonces al cortar la tarta no quedará bonito.



Como veis, el bizcocho por fuera queda de un color distinto al color que queríamos (en la foto de arriba se ven los bordes verdosos), pero  no os asustéis, porque el interior estará perfecto.

12 – Ponemos un poco de frosting en un plato grande (para que la tarta no se mueva) y encima el bizcocho violeta.


13 – Cubrimos con el frosting de queso y lima. Yo utilizaba un par de cucharadas o tres bien colmadas.


14 – Colocamos el bizcocho de color azul y volvemos a untar con frosting. Y así vamos colocando todos los bizcochos. El orden de los colores es el siguiente: violeta, azul, verde, amarillo, naranja y rojo.


15 – Cubrimos toda la tarta con una primera capa de frosting, tapando bien todos los huecos. Intentaremos que nos quede lo más lisa posible, y para ello nos ayudaremos de una espátula. Cuando yo no tenía espátula utilizaba la parte que no corta de un cuchillo grande. Metemos la tarta en el frigorífico para que se endurezca un poco la capa de frosting.

16 – Cuando ya se haya endurecido un poco, le damos la última capa y la que servirá de decoración. Podéis hacerle lo que queráis: dejarla lisa, hacer flores con la manga pastelera, dibujar líneas con un cuchillo… Yo eché una capa generosa de frosting en los laterales y luego le di textura con el canto de una cuchara. Para la parte de arriba utilicé la manga pastelera con una boquilla redonda de tamaño mediano e iba haciendo como montañitas.

17 – Por último, le eché por encima la piel de lima que teníamos rallada y reservada y el polvo de caramelo y nueces.

¿No os parece que la tarta queda espectacular? No me canso de mirar las fotos. Me parece preciosa. Y os puedo asegurar que el sabor es increíble.



CONSEJOS:

- Para solucionar el problema de tener solo un molde, podéis comprar los moldes de un solo uso que venden en Mercadona. Así os ahorrareis mucho tiempo de horneado.

Si te ha gustado la receta, no te la guardes
y compártela con tus amigos

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